miércoles, 29 de julio de 2015

Camino lodoso (Cuento zen)




Tanzan y Ekido viajaban juntos una vez por un camino lodoso. Todavía caía una pesada lluvia. Al llegar a una curva encontraron a una linda muchacha con un kimono de seda, que no podía cruzar el camino.

"Vamos chica", dijo Tanzan al punto. Y levantándola en sus brazos, la llevó al otro lado del lodazal.

Ekido no dijo ni una sola palabra hasta por la noche, cuando llegaron a un templo donde podían albergarse. Entonces no pudo contenerse más. "Nosotros los monjes no debemos acercarnos a las mujeres", le dijo a Tanzan. "Especialmente si son jóvenes y hermosas. Es peligroso. ¿Por qué lo hiciste?"

"Yo dejé a la chica allá". Dijo Tanzan. "¿Tú como que todavía sigues cargando con ella?"



En Nada sagrado. Textos Zen, Oscar Todtmann Editores.

Fuente: Bailando hacia la luz
Imagen: Shurya

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